Tras haber recibido la amable invitación de la Cofradía de Jesús Nazareno para participar en las procesiones que organizan durante la Semana Santa de Palencia y haber declinado la asistencia a las mismas como cargo público, consideramos pertinente una reflexión sobre la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado que reivindicamos desde Ganemos Palencia.
La palabra laicidad viene del griego laos que significa pueblo.
Una sociedad laica es una sociedad regida por el pueblo y no por otros poderes, por muy sagrados que estos sean. Hablar de laicidad significa que un Ayuntamiento laico (democrático) no trata materias religiosas porque no sabe o no toma postura ante ellas. Se trata de que el Ayuntamiento no se inmiscuya en las tareas religiosas de ciudadanos concretos, por mucho que estos sean la mayoría como sucede en nuestra ciudad con los cristianos y con la Semana Santa.
Este hecho es tremendamente respetuoso con la religiosidad popular de la Semana Santa y con las procesiones ya que no participamos en las mismas como concejales/as pero sí lo hacemos como personas creyentes, como ciudadanos o como cofrades, si se diera el caso.
Obviamente la solicitud de participación de los cargos públicos por parte de las Cofradías forma parte de una tradición de muchos años, donde los responsables políticos han estado procesionando como si fueran parte de las Cofradías, con bastón de mando en caso del alcalde, con medallas los concejales, …
Porque durante mucho tiempo se confundió Estado con Iglesia, se potenció este modelo de participar en lo religioso como responsable político y es complicado ir cambiando estas costumbres.
Actualmente consideramos al pueblo palentino suficientemente maduro políticamente para que comprenda que la ausencia de cargos públicos no afecta al desarrollo de la Semana Santa, ni por ello dejamos de respaldarla como manifestación cultural o como muestra de la religiosidad popular de los y las palentinas. Tampoco afecta el hecho de que no participemos en las misas del patrón, de la policía local, de los bomberos, ni en procesiones de pentecostés, en el Corpus Christi o cualquier otro evento de carácter religioso. Porque esa es nuestra forma de concebir la política, sin inmiscuirnos en lo religioso, ya que no hay autoridad civil dentro de la Iglesia, ni autoridad religiosa dentro de lo civil y es bueno que ambas tengan buena relación pero cada una en su ámbito. “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.”
Esta no participación consciente y voluntaria en las procesiones de Semana Santa pretende ser también una pequeña contribución al cambio político en el que queremos continuar trabajando dentro del Ayuntamiento.
Entendemos que haya personas que no compartan este criterio o que prefieran que las cosas sigan siendo como fueron hasta ahora, pero nuestra plataforma ciudadana quiere continuar este proceso que requiere de la transformación paulatina de todo el mundo para poder caminar hacia una sociedad laica.