Denunciamos la falta de sensibilidad y cuidado en la limpieza de la ribera

Tres expertos guiaron la visita organizada por Ganemos Palencia a la ribera del río Carrión entre el puente mayor y el de Sandoval, a la que asistieron cerca de 50 personas. Se trata de un geógrafo, un especialista en Hidrología Forestal y Restauración y un investigador del Centro de Gestión Forestal Sostenible, en los tres casos adscritos a la Universidad de Valladolid en Palencia.

El primero de los tres, Enrique Delgado, es geógrafo y expuso los inconvenientes de la tala matarrasa realizada por el Ayuntamiento. En primer lugar, no se ha tenido en cuenta que esta tala está arrasando con el suelo y las plantas macrófitas, es decir, la vegetación que nace a la sombra de los árboles ya cortados. Además, la tala impide que se desarrollen especies de flora y fauna al abrigo de los árboles.

 

 

 

Por su parte, Joaquín Navarro, especialista en Hidrología Forestal y Restauración, habló de los riesgos de las crecidas del río: “Se ha retirado prácticamente toda la vegetación arbórea, dejando la hojarasca y horizonte húmico del suelo quedando a merced de la lluvia, escorrentías y capacidad de arrastre de las crecidas ordinarias”. Además, añade: Han quedado las orillas y taludes de fuerte pendiente desprovistos de vegetación que mantenga su estabilidad, y que procure su defensa frente a crecidas ordinarias y extraordinarias, lo que puede dar lugar a un incremento de los procesos erosivos y desestabilización de los márgenes.

 

 

El tercero de los expertos, Eduardo Velázquez, advirtió que los bosques de ribera cumplen cuatro funciones que son la defensa contra avenidas e inundaciones, el filtro contra la contaminación difusa desde los márgenes, el aporte de carbono orgánico al ecosistema fluvial, con los sedimentos y la vegetación que queda detenida y sirven como línea de conexión entre ecosistemas (la ribera del Carrión conecta la Tierra de Campos con los Páramos y Valles, y la Montaña Palentina).

Según el libro “Restauración de Ríos y Riberas”, de Marta González del Tánago y Diego García de Jalón, a la hora de llevar a cabo una restauración del bosque de ribera no se deben llevar a cabo “prácticas ajenas al mantenimiento de dicha vegetación como el laboreo periódico del suelo o las cortas de vegetación”.

“Sí el objetivo de la actuación es diversificar la vegetación de ribera introduciendo nuevas especies como alisos y fresnos, ello no debe hacerse a costa de destruir totalmente la vegetación existente en la actualidad (los chopos)” afirma Eduardo Velázquez.

En definitiva, se puede calificar la actualización de esta obra como lamentable e impropia de las actuaciones que se deban acometer en un paisaje fluvial, de acuerdo con nuestros tiempos. Más aún cuando estamos obligados a respetar la Directiva Marco de Aguas Europea, en vigor desde el año 2000. A lo que hay que añadir que se trata de un tramo fluvial urbano de innegable valor para la ciudadanía palentina.

Si bien en el proyecto se alude a que se respetan criterios y métodos expuestos en literatura relevante sobre restauración de ríos y riberas, está actuación dista mucho del espíritu y objetivos a cumplir en dichas publicaciones. La actualización realizada plantea, en cambio, muchas dudas sobre la adecuada proporcionalidad de los medios y operaciones realizadas para promover una “restauración fluvial”  o mejorar la seguridad hidráulica del tramo.

Ante todo ello, no resulta nada extraño la tremenda preocupación surgida en parte de la ciudadanía, a la que no se le han aportado razones suficientes para emprender un proyecto de tal intensidad y con tan pobre respeto hacia el río, la ribera y el entorno del Parque Isla Dos Aguas.

La portavoz de Ganemos Palencia, Sonia Ordóñez, insiste en la falta de sensibilidad del Ayuntamiento con la naturaleza urbana e insta al equipo de Gobierno a que reconsideren futuras actuaciones en el sentido que recomiendan los expertos citados.

 

 

 

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