Soy un defensor de los servicios públicos en general y, en lo que respecta a temas de movilidad, en particular y un usuario habitual del autobús urbano en nuestra ciudad. Los y las conductoras del bus urbano son trabajadores normales que se han visto abocadas a un conflicto socio-laboral que no desean y que no han provocado. Ya que cuando creían que iban a negociar el Convenio colectivo la empresa amenazó con eliminarles derechos y reducirles el salario que tienen congelado desde 2012.

Es curioso que la empresa considere privilegiados a conductores mileuristas y disparen contra sus derechos en lugar de buscar responsabilidades entre quienes no han sabido dirigirla y tienen salarios de escándalo. La gerencia de Palbus comunicó a los delegados sindicales de Comisiones Obreras que iban a: “Iniciar en la empresa un procedimiento de modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter colectivo, por razones económicas, técnicas, organizativas y de producción que afectan a la totalidad de trabajadores”. La Reforma laboral tiene una forma bonita de anunciar malas noticias.

La justificación de la empresa es que ha habido sentencias judiciales favorables para las cuentas municipales y han perdido más de medio millón de euros desde el 2014 en que firmaron  con el contrato por el que se comprometían a gestionar durante 10 años el contrato, en contra de quienes defendíamos que se municipalizara el servicio.

No deja de ser extraño que una empresa concesionaria tenga pérdidas, ya que el coste del servicio lo asume el propio Ayuntamiento que compensa con más de dos millones de euros al año, restando de la aportación la cantidad correspondiente a los ingresos por venta de billetes y de bonos a personas que utilizan este servicio en la ciudad, unas 6400 cada día.

Harían mal los cálculos cuando hicieron la oferta o pensaron que el Ayuntamiento haría más modificaciones del contrato de transporte urbano para compensar la baja oferta realizada.

Desde Ganemos ya hemos solicitado una auditoría de la empresa por parte de técnicos municipales y que se convoque el Observatorio de Servicios Públicos para saber cuál ha sido el problema de gestión, conocer y analizar los datos de la empresa más pormenorizadamente. Queremos saber si se ha hecho un uso adecuado del dinero público de los y las palentinas y si Palbus está en situación de quiebra técnica, ver cómo podemos resolver el contrato.

El Ayuntamiento ha anunciado que si se interrumpe el servicio de autobuses iniciará un expediente sancionador por incumplimiento del contrato y el Alcalde ha dicho que este expediente podría llegar a la rescisión del contrato, así que no entendemos el interés de la empresa en incrementar la tensión socio-laboral contratando a personal con nuevas condiciones mucho más precarias.

Pero no aceptaremos el chantaje de precarizar un servicio público ni modificaciones del contrato que supongan mayores gastos municipales porque consideramos que la mejor opción es invitar a la empresa a resolver de mutuo acuerdo el contrato y proceder a municipalizar el servicio.

Terminar con un apoyo explícito a los trabajadores de Palbus y a la lucha por la defensa de sus derechos y con una invitación a la gente a participar activamente en ella, a colectivizar los problemas y a participar en las movilizaciones sociales y sindicales que se convoquen.

 

Juan A. Gascón Sorribas

Concejal y portavoz de Ganemos

 

 

 

 

 

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