En septiembre de 2014 se implantó el tercer turno en la planta de carrocerías y montaje de Renault en Valladolid como consecuencia de la aceptación del modelo Captur, y en Palencia, para la fabricación del Megane y el Kadjar, un año después.

El pasado mayo conocíamos la supresión del tercer turno en Renault que se realizará el 23 de julio de 2018 y afectará a 950 trabajadores de Palencia, con el argumento de que la producción bajará entre el 8 y el 11%. Sin contar las personas de empresas auxiliares y puestos de trabajo indirectos en otras empresas que trabajan para el grupo, que también serán afectadas. En total pueden desaparecer entre 3.000 y 4.500 puestos en la región.

La empresa del rombo también ha anunciado la supresión del turno de noche de Carrocería-montaje de Valladolid que a partir del 13 de agosto de 2018 y que afectará a 450 trabajadores/trabajadoras. Muchas de estas personas son de Palencia y viajan regularmente a Valladolid para trabajar en la planta que tiene la transnacional allí.

Casual o irónicamente, la empresa lo hacía público el mismo día que tendría que haber estado presente en la feria del Empleo y Emprendimiento de Palencia recogiendo currículums de futuros trabajadores. Anuló su presencia en la Feria y el taller que iba a impartir a lo largo del día 29 de mayo en Palencia.

A continuación, escuchábamos las declaraciones de los miembros del ejecutivo del gobierno autonómico de la Comunidad, que “no ven alarmantes la pérdida del turno de noche de Renault en las factorías de Valladolid y Palencia”, lo cual nos preocupa a quienes representamos a mucha gente que tiene un puesto de trabajo en esas factoría y ven cómo van a perderlo.

Esta pasividad y falta de empatía nos parecen preocupantes en responsables políticos que ven normal que cientos de personas se vean desalojadas de sus puestos de trabajo y sin saber cuál será su futuro. Estos “daños colaterales” hay que atajarlos, al igual que tendríamos que abordar la precariedad en el empleo que inunda nuestra ciudad y alrededores. No queremos que nuestra juventud se acostumbre el empleo precario ni a la temporalidad que les condena a salir de Palencia para buscar un futuro mejor. No nos resignamos.

Renault ha recibido varias subvenciones de la Junta Castilla y León, no conocemos a cuánto ascienden, si se otorgaron a fondo perdido o si estaban vinculadas al mantenimiento del empleo, pero precisamente, hace unas semanas la Junta entregó de nuevo 50 millones de euros de dinero público a la alianza Renault-Nissan para el mantenimiento de los puestos de trabajo en Ávila y ahora unos días después la Renault va a eliminar 1.400 empleos, sin que haya ninguna reacción política por parte de la Junta contra esa decisión. El impacto económico de dicho anuncio va a ser devastador en la ya destrozada economía de nuestra ciudad y nuestra Comunidad.

Todo apunta a que Renault quiere producir más barato mediante estas medidas de precariedad laboral, pero no cuadra la presunta baja actividad con que se esté trabajando los sábados y se realicen prolongaciones de jornada y horas extras. Parece que cada cierto tiempo la multinacional demanda subvenciones públicas alegando disminución de actividad y a sabiendas de que es la única red industrial importante de la región, para poder seguir produciendo económicamente, puesto que las ayudas concedidas no revierten en condiciones laborales (el 70% de los empleos son contratos eventuales, precarios y sin futuro).

 

 

Por todo ello, el Ayuntamiento de Palencia toma los siguientes acuerdos:

  • Instar a la Junta de Castilla y León para que Renault mantenga los puestos de trabajo reubicando al personal en los otros turnos y si no, a devolver las ayudas concedidas.

 

  • Instar a la Junta de Castilla y León a exigir que las subvenciones que se den a Renault y otras empresas estén condicionadas al mantenimiento del empleo, a medidas de estabilidad para la plantilla y a unas condiciones laborales dignas.

 

 

 

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